El grupo Pinnacle Airlines, integrado por las compañías aéreas Pinnacle y Colgan Air, se ha declarado en suspensión de pagos acogiéndose voluntariamente el pasado 1 de abril al Capítulo 11 de la Ley de Bancarrotas de los Estados Unidos. Esta situación permite a la compañía seguir operando sus 1.540 vuelos diarios programados, mientras acomete un “proceso de reestructuración”.
Pinnacle es actualmente socio de Delta Airlines, United Express y US Airways. De cara al futuro, se propone reforzar la alianza con Delta y US Airways y reducir los acuerdos operativos con United y con EAS (Essential Air Service). Según informa EP, citando un comunicado de la empresa, las nóminas de sus 8.000 trabajadores y los pagos a proveedores están asegurados por los compromisos firmados ante un tribunal. Además, Delta, su principal deudor, ha comprometido la entrega a Pinnacle de 55 millones de euros para ayudar a la aerolínea.
Sean Menke, consejero delegado de la compañía con sede en Memphis (Tennessee, EEUU), ha declarado que “nuestro modelo actual no es sostenible, con gastos crecientes e integraciones entre nuestros competidores”. Menke ha asegurado que el recurso al Capítulo 11 servirá para “recomponer nuestra estructura financiera y posicionar a Pinnacle en la senda de la viabilidad en el largo plazo”.
Pinnacle y Colgan conectan diariamente 188 ciudades de los Estados Unidos, Canadá, México y Belice para sus compañías asociadas. La prensa estadounidense habla del grupo como “otra víctima del alza del precio del combustible y de la caída de la demanda” en el transporte aéreo.
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