Si las 'low cost' de verdad se han de valorar por su capacidad por colarse en los mercados de forma discreta y sin aspavientos, Pobeda Airlines, será una verdadera compañía barata. La empresa rusa ha hecho de Gerona su base en España, conectando Moscú con Cataluña tres veces por semana, sin que nadie se haya enterado, sin que nadie se haya preocupado. Pero es que el año que viene abre cinco nuevos destinos, incluyendo lugares tan extraños e inusuales como Gyumri (Armenia) o Almata (Kazakhstan). Tampoco es que los destinos más normales sean especialmente habituales: Samara.
La primera vez que un avión de Pobeda llegó a Gerona era hace un año, en junio de 2016, cuando la compañía contaba apenas con dos años de vida. El enlace parece consolidado, por lo que la compañía rusa ahora pretende introducir dos conexiones semanales con San Petersburgo, al segunda ciudad rusa, antigua capital imperial.
En todo caso, si a usted no le suena nada de esto, le ayudará pensar que detrás de Pobeda está Aeroflot, la gran compañía rusa. Esto es otra cosa. Pero, poco a poco, también los rusos están entrando en el mismo negocio que caracteriza a Europa. Tres horas y media desde Gerona (Barcelona es mucho más cara y no conviene para la cultura low cost) a Moscú y desde allí a toda la red interior.
Desde Moscú, Pobeda, tiene una importante red de conexiones que permite afirmar que conecta Cataluña y España con buena parte de Rusia. Por ejemplo, vuela a Sugrut, el lugar más frío de Siberia, centrado en la producción de petróleo; o a Krasnoiarsk, la capital de los cosacos, en el centro industrial de Siberia, también famosa por los campos de trabajos forzosos; o Perm, otra ciudad del centro de la taiga o incluso Almati o Almata, la capital de Kazakhstan, que no es Rusia, pero que está bajo su gran influencia y que tiene muchos vínculos con Barcelona, ciudad con la que está hermanada.
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