La compañía aérea Air Italy cierra obviamente por las pérdidas. Esa es la primera causa. Según se filtró hace unos días, en 2019 habría perdido 200 millones de euros que sus dos accionistas principales, Alisarda (el Aga Khan) y Qatar Airways no quieren soportar. Les debe de haber bastado lo que le ocurrió a Etihad que durante años pagó las pérdidas de Air Berlín o de Alitalia para acabar cerrando.
Sin embargo, estas pérdidas tienen otra razón, más de fondo. Y es la indefinición consustancial de Air Italy. La compañía tiene dos accionistas que en la práctica equivalen a dos culturas: Alisarda, el propietario de la antigua Meridiana, especialista en el corto recorrido, preocupado con Cerdeña y los vuelos en aviones pequeños y Qatar, una compañía global, ambiciosa, que pensaba en cómo conectar las grandes capitales con Italia. Al final, la casa sin barrer.
Air Italy ni era tan grande como Alitalia –con quien competía también perdiendo dinero--, ni era tan ágil como EasyJet, Ryanair o incluso Vueling, que han saturado el mercado local italiano. Así que en ese limbo se quedó tirada.
En 2018, pero sobre todo al inicio de 2019, los planes eran muy ambiciosos pero chocaron con un muro sorprendente: Estados Unidos. Nunca antes todos los directores generales de las grandes –United, Delta y American—habían escrito un artículo conjunto, firmado por los tres, cuestionando la europeidad de Air Italy. Las tres grandes afirmaban que era una compañía no europea porque para ellos la participación accionarial de Qatar era mayor de lo que nominalmente aparecía.
Por una razón o por otra, en un contexto o en otro, para Qatar esta batalla no le valía la pena por una inversión marginal que, incluso aunque pudiera salir adelante, estaba condenada al fracaso financiero.
Observen que mientras por un lado se debaten asuntos de altos vuelos como este, por otro los sardos exigían a la antigua Meridiana que atendiera las conexiones diarias de Cagliari con Roma, por ejemplo, que les importan mucho más que la alta política con Estados Unidos.
Así, en la particular Italia, con una competencia feroz, no había manera de recuperar clientes y, por lo tanto, el desenlace se precipitó este martes tras varias semanas de sospechoso silencio en el que no se anunciaron las rutas para este verano pese a que, como ven, estamos ya a mediados de febrero.
¿Muro sorprendente?
Lo normal es que los Estados protejan a sus ciudadanos de elementos ajenos que puedan acabar en perjuicio para ellos. Es por eso que USA se sorprendía por la operación de Air Italy. Pero no solo esa compañía, también dejó notar la irregular operación de Norgweian como europea.
Finalmente USA debió pensar que la sarna con gusto no pica y que los europeos somos un poco raritos.
Y dale con comparar lo que haga cualquier empresa italiana con Alitalia... siempre la misma cantinela.
Y hablando de Etihad y su época “perdiendo” dinero al frente de Alitalia, no recuerdo haber leído en este medio que la cúpula directiva que pusieron los árabes al frente de esta, van a ser juzgados por mala praxis y haberla llevado a la bancarrota con sus disimulados chanchullos.