La decisión de Airbus de suspender la fabricación de su avión A380 es un golpe al fabricante europeo de aviones. Pero hay una segunda víctima colateral: Emirates. La aerolínea del golfo Pérsico es, con enorme diferencia sobre la segunda, la mayor compradora y propietaria de este modelo de avión. De hecho, es la única aerolínea que aún tiene pendientes nuevos aviones. Cuando un modelo se deja de fabricar, las posibilidades de recompra se reducen espectacularmente, por lo que el valor de la flota de Emirates ha sufrido un súbito revolcón (Airbus A380: el triste final del avión más grande del mundo).
La decisión de cierre de la línea de producción del avión de pasajeros más grande del mundo se negoció con Emirates, quien al mismo tiempo redujo su pedido de aviones de este modelo de 162 a 123. Hoy, Emirates está operando 109 aviones A380, por lo que aún tiene que recibir 14 aviones más, que serán entregados en dos años, hasta que en 2021 Airbus cese totalmente la producción. Naturalmente, el último avión que se produzca será también para Emirates (Airbus dirá adiós al A380 en 2021 y puede despedir a 3.500 trabajadores).
La tremenda paradoja del A380 es que los rivales de este modelo son también, en buena medida, producidos por Airbus. De hecho, como ejemplo, Emirates negoció –probablemente en condiciones ventajosas, dada la situación generada– que la cancelación de los 39 pedidos de aviones A380 que tenía se sustituyera por otro conformado por 40 aviones del modelo A330-900 y 30 del A350-900. La decisión de Emirates refleja la tendencia del mercado: aviones un poco menos grandes, con dos motores y bajo consumo, con los que operar en rutas no tan demandadas como las de grandes cantidades de pasajeros.
Compiten también en este segmento los aviones Boeing 777, especialmente en la versión X.
Era de esperar que el modelo A380 fuera a tener problemas de futuro dado que su operación descansa sobre todo en Emirates. Nada bueno para un fabricante, por más que Emirates haya tenido éxito. Efectivamente, la aerolínea creció con este avión, pero ahora ha optado por otros modelos, más acordes con el mercado.
Algunas otras aerolíneas, muy pocas, habían mostrado interés en este modelo de avión, de gran valor en trayectos de alta demanda. Pero ese interés no era suficiente para mantener operativa una línea de producción que, en el fondo, sólo estaba pendiente de Emirates. De alguna manera, se puede decir que el A380 es Emirates y que su decisión de cambiar de modelo de preferencia equivale al cierre de la factoría (Air France también rechaza seguir con el alquiler de sus A380).
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