El gobierno portugués insiste en que la aerolínea TAP, endeudada, es "absolutamente estratégica" y debe salvarse a toda costa, pero para ello debería abonar casi 3.000 millones de euros (Europa investiga las ayudas que recibió TAP Air Portugal).
A la Comisión Europea le preocupa la presión de Ryanair en contra de los rescates, pero también teme que TAP continúe perdiendo dinero incluso después del 'plan de reestructuración' con dinero público.
Medios de comunicación estatales creen que el Estado se convertirá en el único accionista de TAP este mismo año.
El argumento de Ryanair es que la aerolínea no es estratégica en lo más mínimo: hay muchas otras que podrían tomar sus rutas, incluida Ryanair.
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