En apenas 24 horas tres aviones de Qantas tuvieron que llevar a cabo aterrizajes de emergencia por problemas mecánicos. El último ocurrió el lunes cuando un A380 que cubría la ruta Sidney-Dallas tuvo que dar media vuelta a las cuatro horas de despegar por fallos en los asientos, el sistema de entretenimiento a bordo y algunos de los servicios higiénicos.
La aerolínea asegura en un comunicado que el avión podría haber seguido volando hasta su destino pero se tomó la decisión de regresar a Sidney “en favor de la comodidad del pasajero ya que se trata de un vuelo largo (casi 15 horas)”.
Horas antes otros dos aparatos de la aerolínea australiana tuvieron que efectuar sendos aterrizajes forzosos en la ciudad de Perth, en el oeste de Australia. El primero de los aviones se dirigía a Sidney procedente de Dubai cuando descendió desde los 11.895 metros hasta 2.745.
Poco tiempo después, un segundo avión de Qantas en el que viajaban 215 pasajeros efectuó otro aterrizaje de emergencia tras descubrirse humo y vapor en el interior de la cabina.
Puede parecer que Qantas tiene muchos incidentes ya que se publican cantidad de ellos, sin embargo, no tiene más que el resto de compañías. El motivo es que tienen una política de transparencia propia de los países de inspiración anglosajona. Todo lo contrario de los países latinos, más partidarios de lavar los trapos sucios en casa. Qantas es una gran compañía, muy segura, que si mal no recuerdo no ha tenido accidentes fatales a pesar de su larga historia y del importante número de aviones que opera.