Ryanair y su presidente, Michael O’Leary, deberán afrontar una querella interpuesta este lunes por el comité de huelga que ha convocado el paro indefinido en de los trabajadores de handling en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas. La querella se ha presentado en los juzgados de Plaza de Castilla de la capital española por presuntas irregularidades en los servicios mínimos.
El comité de huelga asegura que en Barajas están trabajando “unas 15 personas ajenas a la plantilla” desde que comenzara la huelga el sábado pasado, lo que considera una “conculcación” de sus derechos constitucionales. La querella afecta también al jefe de escala de la base en Madrid, José Salamero, y su adjunto, Ignacio Pascual Cabrera.
El escrito entregado por los huelguistas en el juzgado señala además que los servicios mínimos se han establecido de forma “unilateral” y que superan los establecidos por Fomento. También asegura que la compañía irlandesa no informó sobre los vuelos y los trabajadores afectados.
Los promotores de los paros indefinidos también han prometido actuar penal y civilmente contra quienes sean “coautores, cómplices o encubridores” de los servicios prestados por “individuos ajenos” a la base de Madrid. La Guardia Civil habría tomado los datos de estas personas.
Los vuelos de Ryanair están sufriendo retrasos, que también se registran en la facturación de pasajeros en los mostradores y en la entrega de los equipajes. Fuentes sindicales aseguran, no obstante, que no hay ninguna operación cancelada. El motivo de la huelga es denunciar “las condiciones laborales, abusos y amenazas” que supuestamente padecen los empleados de la low cost. El comité asegura que la aerolínea quiere bajar los sueldos entre un 20% y un 30% “no respetando su convenio colectivo”.
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