Ni los precios más elevados, ni los retrasos, ni el clamor ecologista, ni la mismísima Greta Thunberg pueden parar el crecimiento brutal de la aviación comercial. La IATA, la patronal de las aerolíneas, espera que el año que viene se alcanzarán los 5.000 millones de pasajeros, cifra que se acerca mucho a un vuelo por habitante del planeta.
La patronal prevé ganar más dinero que este año, aunque sólo un poco, alcanzando los 36.600 millones de dólares, en parte gracias a que los precios del combustible están bajando.
Por primera vez en la historia, la facturación de la aviación superará el billón de euros, o sea un millón de millones. Es un incremento muy pequeño respecto de este año, pero suficiente para superar esta cifra que parecía inalcanzable.
El país (o en realidad casi un continente) con más crecimiento es India, donde la mejora ostensible de su nivel de vida está propiciando una locura en los aeropuertos. En 2024, por ejemplo, la India inauguró cien nuevos aeropuertos (algunos se retrasan, pero también se pudieron inaugurar algunos retrasados de 2023), lo que da una idea de la magnitud del crecimiento.
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