Restricciones vs contagios: el Covid y sus variantes, imparables

El pánico desatado a raíz del descubrimiento de la nueva variante sudafricana llevó a los gobiernos de todo el mundo a reaccionar de forma instintiva, endureciendo muchos de ellos las restricciones de viaje. Algunos, como es el caso de China, Japón, Israel y Marruecos, optaron por el cierre total, mientras que otros decidieron vetar la entrada a los pasajeros procedentes del sur de África (Marruecos prohíbe todos los vuelos procedentes del extranjero).

Pese a todos estos esfuerzos, la variante Ómicron, que ya había sido detectada a 3 de diciembre en al menos 30 países de los diferentes continentes, se ha expandido de forma vertiginosa por todo el mundo. Para la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), esto viene a demostrar que “era demasiado tarde para evitar que saliese del sur de África” (Covid: los 27 prohibirán los vuelos a siete países de África).

Es más, el lobby aéreo incide en que los expertos en salud “sugieren que el impacto de las restricciones de viaje es limitado”. En el gráfico que acompaña a esta información se puede ver de forma clara cómo hay picos y valles de contagios a pesar de que las medidas de los diferentes países han permanecido estables.

IATA, que lleva desde el inicio de la pandemia defendiendo la importancia de garantizar la movilidad internacional, recuerda que desde mediados de 2020 “el sector de la aviación dispone de un protocolo de actuación para mitigar los riesgos y garantizar que volar sea seguro pese al Covid-19”, lo que a su juicio “debilita aún más la justificación de las restricciones de viaje”.

Además, advierte que las actuaciones de los gobiernos en contra de la libre circulación tienen un gran impacto tanto en las sociedades como en la economía.