Hace poco más de un año, el 12 de septiembre de 2023, el vuelo U6 1383 de Ural Airlines, que había partido de Sochi a la ciudad siberiano de Omsk, se desvió de su ruta para aterrizar el Novosibirsk, en plena Siberia. Misteriosamente, los pilotos no calcularon bien y el avión se quedó sin combustible antes de llegar al destino, por lo que, desesperados, aterrizaron en un campo de maíz. Ural Airlines podría perder nada menos que un Airbus A320, de manera que, de inmediato, se pusieron al rescate (Rusia desmantelará el A320 que aterrizó en un maizal).
Después de un año, de fracaso en fracaso, finalmente se ha iniciado el desmantelamiento del avión, no para evitar que los restos queden en el campo sino porque sus piezas valen oro en un país sin acceso a repuestos de aviones occidentales.
Ahora, apenas a meses de que acabe el desmantelamiento, la autoridad de la Aviación Civil rusa, Rosaviatsiya, ha dado de baja el certificado de aeronavegabilidad del avión matrícula RA 73805.
Las chapuzas en todo esto fueron numerosas. El error de cálculo del combustible fue de 185 kilómetros, lo que separa al maizal del aeropuerto de destino.
La investigación oficial rusa concluyó con que el incidente se debió a que la tripulación cometió errores y la agencia aconsejó el despido de altos cargos de Ural Airlines, incluido su director de vuelos y el director de calidad.
La incapacidad para sacar al avión del lugar, obviamente, no se investigó porque no es un tema de la autoridad. La buena noticia es que no hubo víctimas ni entre los pasajeros ni tripulantes del avión.
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