Comienza Semana Santa y las aerolíneas se preparan para vivir un panorama similar al de la temporada pasada: retrasos y cancelaciones por la saturación del espacio aéreo europeo, que el verano de 2018 batió todos los récords. Eurocontrol y las aerolíneas se han preparado pero auguran que no hay una solución inmediata. “Va a ser otra temporada complicada”, avisa Kenny Jacobs, director de marketing de Ryanair. “Bruselas se ha puesto a trabajar, ha cambiado de actitud, pero los problemas persistirán al menos tres años por falta de personal y no se solucionarán definitivamente hasta que se logre el espacio único europeo”, publica La Vanguardia.
Ryanair destinó en 2018 cerca de 100 millones de euros a compensaciones de pasajeros por retrasos y cancelaciones. El sector cifra el coste de los retrasos entre 0,70 y 1 euro por pasajero. “A las aerolíneas nos cuesta mucho dinero los retrasos; no nos benefician en nada”, apunta (Los aviones se retrasarán más de dos minutos de media en otro verano caótico).
Según los datos que apunta la compañía, el 2018 fue el peor año para volar en Europa, con un crecimiento del 3,8% del tráfico y un aumento del 105% de los retrasos provocados por regulaciones del control aéreo. Y el centro de control de Gavà, que gestiona el espacio de El Prat y gran parte de la región mediterránea, se llevó la palma, sumando el 55% de los retrasos acumulados por Enaire.
Las previsiones de Eurocontrol para este año cifran el crecimiento del tráfico en Europa en un 3,9%, y en los tres primeros meses del año se registran un 30% más de retrasos generados por la congestión aérea (Las grandes aerolíneas europeas alertan de un caos aéreo este verano).(Eurocontrol avisa: el caos aéreo en 2019 será aún más grave)
Aunque a largo plazo, la solución que apuntan las compañías pasan por unificar la gestión del espacio europeo, las medidas urgentes se centran en aumentar el personal de los centros de control. “Las medidas que hay que aplicar son muy sencillas: más personal e invertir en tecnología”, señala Jacobs
Una de las soluciones novedosas es que este verano España asumirá el control de unos 160 vuelos más para descongestionar los saturados centros de control de Marsella y Karlsruhe (Control aéreo: España asumirá 160 vuelos más al día este verano para evitar el caos).
Las aerolíneas europeas IAG, Ryanair, Lufthasa, Air France-KLM y Easyjet se han unido para presionar a las autoridades europeas. A través de la alianza Airlines For Europe han creado un fuerte grupo de presión, al que se han sumado otras pequeñas y medianas aerolíneas, que ya ha arrancado a Bruselas un plan de trabajo de diez puntos y un equipo de expertos para estudiar posibles soluciones a los problemas de congestión aérea, que parecen eternizarse.
El desmedido afán de crecer continuamente en pasajeros y vuelos es sencillamente insostenible. No ya por los efectos sobre el MA, sino sobre el sistema aeronáutico . ¿Habrá que limitar los vuelos según su utilidad?