Ha sido la aerolínea más ágil, la más afortunada porque su negocio se ha recuperado antes, y la más agresiva en la recuperación de la actividad, por lo que también es lógico que sea la primera de las importantes que retorna a la rentabilidad. Este es el primer trimestre de Ryanair en el que genera beneficios que, sin embargo, no bastarán para salvar el ejercicio que volverá a tener unas pérdidas de apenas 200 millones euros (Ryanair, a un paso de decir adiós a la crisis del Covid).
El trimestre de beneficios, curiosamente, fue el segundo de este año, cuando ganó 225 millones contra los 273 perdidos de enero a marzo, inclusive.
Pero vuelve el invierno y con él Ryanair espera llenar sus aviones bajando los precios. Por ello, las pérdidas continuarán, acabando el año fiscal –en abril– con pérdidas de entre cien y doscientos millones.
No obstante, Michael O'Leary dice que esta es una excelente coyuntura porque su compañía podrá crecer como nunca lo había hecho antes porque saldrá reforzada de esta crisis y alcanzará los 225 millones de pasajeros anuales en 2026, en contra de los 200 previstos antes de la pandemia.
¿Afortunada?! ¡NO! ¡Bien dirigida!