Ryanair se enfrenta el próximo 20 de septiembre a una asamblea de accionistas que es clave para su futuro, asediada por las huelgas y los conflictos con su plantilla (Los líos laborales ponen al presidente de Ryanair al borde de la destitución). Por eso, la dirección de la compañía anunció ayer que prohíbe la presencia de la prensa en la reunión.
En realidad, la medida será bastante poco efectiva porque es muy probable que algún accionista cuente qué sucede en el interior de la sala, con lo que la compañía únicamente habrá logrado consolidar su imagen de hostilidad hacia al transparencia, tradicional en la empresa.
En un comunicado difundido ayer, la aerolínea dijo que “Ryanair informó hoy a la prensa económica que la reunión de la Junta de Accionistas de la próxima semana no estará abierta a los medios y no se facilitará comunicado alguno”. “Deseamos que los accionistas puedan discutir con libertad todos los asuntos que deseen con el Consejo de Administración sin que estos debates sean deformados por los medios con propósitos de comunicación”.
Ya el año pasado la asamblea fue movida, pese a que aún no se sabía el supuesto fallo de planificación de las vacaciones de la aerolínea que desembocó en la cancelación de miles de vuelos durante varios meses. Para esta asamblea hay accionistas que han indicado a la prensa que piensan pedir el cese del presidente del Consejo, por su incapacidad de crear un ambiente laboral positivo. La asamblea tendrá lugar a las 9 de la mañana en el centro de convenciones del City North Hotel, en Gormanstown, Dublín.
[…] la compañía antes de la asamblea de accionistas de esta semana, que se prevé turbulenta (Ryanair prohíbe prensa en una junta de accionistas clave para su futuro). Los accionistas, según diversas fuentes, están bastante cansados de muchas formas de gestión […]