Ryanair quiere un trozo de la aerolínea de Thomas Cook

Las acciones del grupo turístico Thomas Cook subieron este jueves un 6 por ciento en cierto momento del día. ¿Mejores perspectivas comerciales para la empresa angloalemana? No, nada de eso. Lo único que ocurrió es que Kenny Jacobs, el director de marketing de Ryanair dijo que “si nadie quiere comprar la aerolínea de Thomas Cook en su integridad, nosotros definitivamente estaríamos interesados en negociar la compra de algunas partes”. Parecía un razonamiento obvio en una aerolínea que, pese a ser la primera de Europa, aún sigue creciendo. No obstante, los inversores de Thomas Cook, que no las deben de tener todas consigo, valoraron más al grupo, al convencerse de que, efectivamente, pueden obtener algo de dinero de la venta de la aerolínea (IAG, Lufthansa y Ryanair van a pujar por Thomas Cook Airlines).

Jacobs dejó claro que Ryanair no tiene ningún interés en comprar la aerolínea de 103 aviones en su integridad, pero sí que le interesarían partes de la misma, destacando entre ellas los slots, o derechos de despegue y aterrizaje en ciertos aeropuertos europeos.

Cuando hace dos años cayó Monarch, la compañía aérea con base en Luton pero que operaba sobre todo desde Gatwick, sus slots fueron el bien más preciado, comprados por British Airways para la expansión de su flota de medio recorrido.

La subida bursátil de Thomas Cook puede ser interpretada como que los inversores sienten cierta esperanza en la venta, a partes, de la aerolínea. La venta en conjunto es muy poco probable dada la diversidad de productos que abarca la charter del grupo. La compañía opera desde varios países, en algunos casos con el nombre Thomas Cook (Escandinavia, Benelux, Gran Bretaña y Mallorca) y como Cóndor en el caso alemán (Thomas Cook, a la desesperada).

Como demostración de la trayectoria errática del grupo, la puesta en venta se produce apenas se ha lanzado al mercado Thomas Cook Balearics, una filial con base en Mallorca, ciudad en la que se instaló un centro operativo y de gestión interna de la compañía, cuya viabilidad en caso de venta por pedazos es remota (Thomas Cook quiere vender su aerolínea para bajar deuda).