Ryanair ha pasado de tener al 70 por ciento de sus pilotos contratados como autónomos a menos del 50 por ciento, según la European Cockpit Association (ECA), que lucha contra el deterioro de las condiciones laborales de este colectivo.
"La verdad, creemos que el contrato de autónomo está viviendo sus últimos días. A finales de 2015, hubo tres decisiones importantes en este sentido en Alemania, Noruega e Irlanda, que confirman la recalificación de los contratos de autónomo a empleado. Como consecuencia, las compañías están adaptando sus políticas de contratación. Ryanair, por ejemplo, tenía al 70% de sus pilotos contratados así y ahora son menos del 50%", señala Ignacio Plaza, consejero legal de la ECA, a El Confidencial.
Los pilotos autónomos cobran por hora de vuelo. En una aerolínea low cost un capitán gana unos 145 euros brutos mientras que un copiloto se lleva 83, según relata un piloto al citado diario. “De ahí tenemos que pagar después impuestos y Seguridad Social, pero también revisiones médicas y renovaciones de licencias, así como el uniforme y los gastos. Por ejemplo, si un piloto autónomo vuela desde un lugar diferente a su base, la compañía no se hace cargo de hoteles ni dietas, aunque sí suele haber un complemento de unos 20 euros extra por hora de vuelo”, explica.
Este profesional niega que en su compañía haya recibido presiones poniendo en riesgo la seguridad, pero sí destaca que los pilotos autónomos no cobran si no vuelan por lo que “pueden acudir a trabajar aunque no se encuentren bien o estén enfermos”. “Otro problema es que se persigue a aquel que eleva o hace pública cualquier duda sobre las medidas de seguridad de la compañía”.
Aquí nadie habla de los pilotos españoles de RACANAIR que ni autónomos ni por cuenta ajena, algunos apuntados al paro y trabajando de tapadillo.
Tenemos lo que nos merecemos, si hacienda, la seguridad social y Fomento tuviesen lo que hay que tener igual no estaríamos hablando de esto y RACAN no estaría en España, que encima les subvencionamos el chiringuito.