Alemania ya no es lo que era: ayer, domingo, vivió una nueva jornada de caos en los aeropuertos y en las estaciones de tren debido a la nevada y a la incapacidad para restaurar los servicios (La nieve cierra Múnich y Glasgow).
El aeropuerto de Múnich, la segunda base de Lufthansa, reabrió tras estar el sábado cerrado. Sin embargo, más de la mitad de los vuelos previstos para ayer fueron cancelados debido a factores diversos, todos relacionados con la nieve, entre otros porque no había servicios de trenes en los que se desplaza el personal.
El aeropuerto dijo que seguía habiendo retrasos y cancelaciones debido a las cantidades de nieve acumuladas. Los viajeros fueron informados de que debían hablar con sus aerolíneas.
Ayer domingo, Múnich canceló 560 de los 880 vuelos planeados, lo que indica que la apertura del aeropuerto no supuso mucho para parte de los servicios.
Innsbruck, en Austria, y Zúrich, en Suiza, han tenido problemas, pero en menor magnitud.
Al norte del continente, durante todo el día, KLM suspendió parte de sus servicios en el aeropuerto de Ámsterdam, anunciando que hoy, lunes, sólo operaría parte de su plan de servicios. Se esperan también intensas nevadas. Las autoridades explicaron a media tarde que 150 vuelos que debían de llegar a Schiphol habían sido cancelados.
En Gran Bretaña, el domingo los aeropuertos funcionaron normalmente, pese a que por la noche hubo una fuerte nevada. Afectó sobre todo al tráfico por carretera, muy especialmente en el Lake District, al noroeste del país.
Muy fuerte ha tenido que ser la perturbación,y muy concentrada, en un aeropuerto al pie de los alpes y con un climatología dura en invierno, aeropuertos como Salzburgo,Basilea o Zurich parecen haber gestionado mejor el fenomeno