Los vuelos de Air France entre París y Dakar, la capital de Senegal, han comenzado a hacer escala en el aeropuerto canario de Las Palmas. No es un capricho, sino que se ha acabado el combustible de aviación en el aeropuerto de Dakar, según informa la prensa gala.
La situación en Dakar es un reflejo de los problemas mundiales con el combustible, especialmente visibles en los países más pobres. El operador senegalés de los aeropuertos advierte a las aerolíneas que se aseguren el combustible en otros alternativos, porque desde el comienzo de la guerra de Ucrania los precios han alterado completamente el escenario mundial.
“El sistema de suministro de queroseno” (Jet A es el nombre del combustible de la aviación comercial) está “gravemente interrumpido” debido a “una situación internacional desfavorable” combinada con “tensiones sin precedentes sobre los precios de ciertas materias”, indica un comunicado de prensa del Aeropuerto Internacional Blaise-Diagne de Dakar (AIBD) publicado en la noche de lunes pasado.
Según la Aviation Fuel Handling Company (SMCady), propiedad de varios grupos petroleros extranjeros, “las operaciones de reabastecimiento de combustible de las aeronaves ya no podrán continuar a partir del miércoles 20 de abril de 2022” al mediodía “por un período provisional de dos semanas”.
El queroseno existente se ha declarado como prioridad para Air Senegal, la aerolínea local. Ante esta situación, la AIBD, cuya operación está encargada a dos compañías turcas, Limak y Summa, hace un llamamiento a las compañías aéreas para que “tomen las medidas necesarias (…) para garantizar la autonomía de combustible de los vuelos de regreso”.
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