Con la pandemia de Covid, muchos dieron al A380 como muerto: era un avión demasiado grande para ser llenado, por lo que fue enviado masivamente a los depósitos, a la espera de tiempos mejores que muchos pensaron que no llegarían nunca. (Singapore Airlines suma doce Airbus A380 a su gran flota)
Ahora, tras la recuperación del turismo tras el final de la pandemia, las aerolíneas han estado haciendo números sobre si recuperar o no este modelo. El proceso de chequeo de todas sus partes es muy caro y complejo. Pero parece que la mayor parte han optado por devolver el avión a la vida.
Ha sucedido desde el primer momento con British Airways y con Emirates, que consideran que el avión es muy importante en sus flotas; ocurrió con Ana de Japón, que ha vuelto a usar el aparato en la ruta a Hawai; con Lufthansa que, sin asientos para atender tanta demanda, ha rectificado la que parecía una retirada definitiva y ahora sucede con Singapore Airlines que, finalmente, ha reincorporado el último de sus A380.
El avión 9V-SKP, el duodécimo de su flota, ha sido sometido a una modernización de su cabina –el estándar de calidad de la compañía siempre es prioritario– y empezó a volar esta semana entre Hong Kong y Singapur. Hacía 1.350 días que no volaba.
Este parece ser definitivamente el resurgir de un avión que parecía condenado. Singapore había retirado siete de sus doce aviones, pero ahora todos están nuevamente operativos.
Ocurre que devolver al uso un avión de estos es muy complejo. De hecho, hay que hacer muchas horas de vuelo. El avión en cuestión estuvo volando a Sydney como parte de sus chequeos.
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