Nadie espera que estas normas vayan a mejorar la situación económica, pero a veces las empresas hacen cosas que nadie entiende.
Las normas aprobadas no son un documento que está en las oficinas, sino que se incorporan a la venta de billetes, como parte del contrato. Cuando uno contesta “Acepto” en uno de esos desplegables de Internet que jamás leerá, lo que hace en el caso de Spirit es decirle que cumplirá con sus normas.
Son normas ciertamente controvertidas. Por ejemplo, el viajero no mostrará ningún tatuaje, los cuales se han de cubrir. En sentido estricto, es una medida muy radical, pero se supone que el empleado tendrá sentido común, cosa que no dice el contrato.
No se podrá viajar descalzo ni vestido de forma inadecuada. Y esta es la palabra clave, porque la compañía define qué es adecuado y qué no lo es. No es adecuado usar ropa transparente, ni que permita ver los pechos, nalgas u otras partes privadas. Textual.
¿El castigo? No, no hay multas, sólo que los viajeros que incumplan el contrato no podrán subir al avión. Y eso lo decide la compañía al momento de subir al avión.
Spirit es una low cost americana, con casi 200 aviones, hoy en bancarrota pero operando normalmente gracias al famoso capítulo 11 de la legislación mercantil americana, cuyas rutas están sobre todo en la costa Este del país.
Me niego a comentar una estupidez como ésta.
Podrían en España todas las aerolíneas obligar a que los pasajeros se quiten las mochilas y dejen de dar golpes a todos y a todo.
Nada nuevo, United, delta y American tienen políticas similares. Es común en EEUU. Referente a los tatuajes, se os olvida mencionar (oops) que solo se tendrán que cubrir tatuajes considerados obscenos o ofensivos (una esvástica en la cabeza por ejemplo)
Lo de prohibir ir descalzo me parece estupendo!! Cuantas veces se nos ha sentado al lado justo un perrofluata pestilente que se quita las chanclas y deja como muestra sus uñas roidas y pies comidos de mi_er-da y malolientes que nos tenemos que comer los demas?