Las encuestas de la auditora Skytrax otorgó en 2011 y 2012 el premio de mejor aerolínea europea a Turkish Airlines, a la vez que situó la compañía como séptima del mundo y única línea no asiática en el "Top 10". La compañía turca superó en el Viejo Continente a Lufthansa y a Swiss. El reconocimiento viene entre la polémica por su política laboral y los récords de globalidad.
"Fundada en 1933, Turkish ha dado un salto reciente: desde 2003, el número de destinos se ha duplicado, el de pasajeros se multiplicó por cuatro (hasta 39 millones por año), y la facturación se ha multiplicado hasta unos estimados 7.800 millones de dólares en 2012, según datos de la propia empresa", recoge una nota que difunde eleconomista. "En los últimos nueve años, Turkish ha modernizado su flota y ha triplicado el número de aparatos de 65 a 202, que ahora vuelan a 96 países - más que ninguna otra compañía en el mundo - llegando a un total de 219 aeropuertos", agrega.
Sin embargo, el alto potencial de ingresos se combina con un bajo nivel de gastos, lo que causa alguna de otra crítica en medio de la euforia en torno a Turkish Airlines. "El salario de empleados y azafatas no ha crecido realmente y en lugar de pilotos turcos, que exigen sueldos mayores, Turkish contrata a bangladesíes, lo cual ha permitido reducir lo que es el mayor gasto de la compañía después del carburante", asegura a Efe un antiguo empleado de la compañía.
Otros expertos señalan que la empresa funciona a ratos como si fuera pública, pese a que un 52% del capital es privado, y que puede recurrir al Estado para obtener créditos o garantías. Incluso cuando necesita un cambio legal: el año pasado, Turkish despidió a más de cien trabajadores durante una huelga motivada por la redacción de una nueva ley que prohíbe las huelgas en "compañías aéreas de importancia estratégica". Y en aquel momento, el viceprimer ministro, Ali Babacan, declaró que Turkish era mejor que Lufthansa "porque no hay huelgas".
En España, cuenta con vuelos directos a Madrid, Barcelona, Málaga, Bilbao y Valencia y, a partir de mayo, Santiago de Compostela. En América Latina, por ahora, Turkish sólo llega a Buenos Aires, con escala en Sao Paulo, pero ya hay planes concretos para volar pronto a La Habana, México DF, Bogotá y Caracas.
Una de las claves de Turkish es la ubicación geográfica de Estambul, su centro de operaciones, situado justo entre dos continentes, Europa y Asia. Eso permite estar a distancia de apenas tres horas y media de vuelo en aeropuertos de 35 países diferentes. Para vuelos intercontinentales de África a Asia hay dos escalas naturales, Dubái, Doha o Abu Dhabi, y Estambul, y Turkish, de momento, le gana a las compañías emiratíes. De hecho, un 40 por ciento de los pasajeros de los vuelos internacionales de Turkish son viajeros en tránsito.
Como piloto bangladeshi tengo q destacar algo:
En "Bangladesh" la aviación comercial esta atravesando el peor momento de su historia, como resultado de una politica desastrosa llevada a cabo por diversos gobiernos con intereses ocultos, desposeidos de una logica imprescindible y un conocimiento del negocio necesario, para llevar adelante un desarrollo de la aviación como uno de los pilares necesarios de la economia de "Bangladesh", (donde el turismo juega una baza importante;-)
Al tener la suerte de poseer una licencia reconocida bajo las normas JAA (regulacion comunitaria en europa, normalizada para todos los paises contratantes comprometidos) requerida por la compañia Turkish Airlines, me encuentro a su servicio.
Y no ha sido facil, ya que las pruebas, controles y chequeos han sido exhaustivos.
Todo tras pasar un filtro muy alto, comparado con otras compañias, de requisitos minimos de experiencia.
Asi pues me atrevo a decir que la campaña "Globaly yours" es cierta, hasta en ese sentido.
Turkish Airlines es realmente global, con las unicas limitaciones que se autoimponen en un compromiso de calidad.
Comparto experiencia con pilotos de mas de 50 nacionalidades, en una compañia operando mas de 200 aviones, a mas destinos y mas paises que ninguna otra compañia en el mundo.
No les importa mi pasaporte, solo mi capacidad de colaborar profesionalmente en su proyecto de crecimiento posible por su exitosa gestion y su vision de negocio, que ha hecho posible un crecimiento que es la envidia de compañias de bandera en todo el mundo.
Y viendo la que esta cayendo en "Bangladesh", puedo decir con alegria que cobro puntualmente cada mes mi salario, que es practicamente igual al de los pilotos turcos, a los que agradezco infinitamente su cultura de hospitalidad.
Nada que ver con lo que mi pais me dio los ultimos años y actualmente ofrece (un futuro muy negro, no solo en aviacion).
Asi que animo al lector a tener en cuenta este comentario de un "actual" empleado de la compañia
Ojala en mi pais aprendieran a reconocer el exito y imitarlo, en vez de solo envidiarlo.