A las 10.24 de este martes un Boeing 737 Max volvió a volar con pasajeros, tras 21 meses en tierra. Voló desde Miami a Nueva York. Era un avión de American Airlines, que aterrizó en el aeropuerto de La Guardia sin novedades (El 737 Max podría volver a volar sólo en Estados Unidos).
Fue un día importante para American y para Boeing, de no ser que el virus ha arruinado las posibilidades de una inmediata recuperación del mercado.
La operación de recuperación del avión no sólo ha supuesto que haya tenido que pasar nuevamente la inspección y acreditación de las autoridades, que no fue nada fácil, sino que ha habido que volver a entrenar a unos mil pilotos que tras tanto tiempo habían perdido sus acreditaciones para volar (Definitivo: Canadá rechaza la luz verde al Boeing 737Max).
Antes del vuelo de ayer por la mañana, el capitán del avión vuelo 718 dio la bienvenida a los pasajeros y dijo que tenía la máxima confianza en el avión, señalando que a bordo viajaba su mujer y la madre del copiloto. En la puerta de embarque estaba Robert Isom, el presidente de American Airlines, que se dirigió a los pasajeros, a los medios y a los empleados presentes. Isom celebró la noticia.
El avión llegó a La Guardia 18 minutos antes de la hora programada (13.30) y partió una hora después para Miami. Ahora se inicia el desafío de convencer a los pasajeros de que el avión es seguro y de que no hay por qué temer a bordo de uno de ellos.
Una encuesta publicada este lunes detectó que el 57 por ciento de los estadounidenses declara que no quiere volar en este avión. Un 37, en cambio, tiene confianza.
No se dan por vencidos.
Ya han tenido su primer problema técnico.
ojalá y que todo salga bien... si otro 737 max cae, Boeing será literalmente manchado de ser un asesino.