Un grupo inversor quiere comprar la escandinava SAS

La situación económica de SAS, la compañía aérea escandinava pública, propiedad de los estados de Dinamarca y Suecia, es calamitosa, al punto de que su consejo de administración ha decidido reinventar totalmente el producto y buscar dinero fresco (SAS, ante las pérdidas, se replantea su modelo).

Los ‘cazadores’ de gangas han aparecido de inmediato. Un grupo inversor del que no se han facilitado los datos, ha hecho público su interés en la compañía, según el periódico Dagens Industri.

Estos inversores habrían nombrado un equipo negociador para analizar la situación de la compañía y determinar un precio para entender el volumen de las pérdidas a abordar.

El director general de SAS, Anko Van der Werff, acababa de anunciar recortes de gastos para poder sobrevivir. Entre las medidas estaba la enajenación de aviones, especialmente los A330, que son de largo radio pero que usa poco ahora porque el espacio aéreo hacia el este lo tiene cerrado (por el conflicto ruso).

Van der Werff dio una idea de la gravedad de la crisis al señalar literalmente, probablemente pensando en la plantilla, que “si la gente todavía espera una solución mágica a los desafíos que tenemos delante, pienso que están equivocados”. “Si SAS no logra una salida correcta para ser competitivos, tendremos que ir a los tribunales” presumiblemente a presentar la quiebra.

SAS ha recortado 4.000 vuelos para este verano, que es el 5 por ciento de sus operaciones.