La mayor parte de los viajeros aceptamos las disculpas que nos pide la aerolínea cuando hay overbooking, especialmente si encima nos indemniza con 250 euros, que es lo que toca en la mayor parte de los vuelos de corto radio en Europa.
Pero los abogados que se dedican a estas historias de reclamar a las aerolíneas son más complicados. Se trataba de un vuelo entre Dusseldorf y Mallorca. El abogado pidió que le colocaran en otro vuelo lo más rápidamente posible. Pero la aerolínea tampoco se esforzó mucho. Le ofreció un asiento, pero el abogado iba con su pareja.
Entonces, el abogado decidió lo que decidiría cualquiera si el dinero no contara: contrató un jet privado e hizo el vuelo normalmente. Al llegar a Mallorca, reclamó la factura del vuelo y se la remitió a la compañía. Son algo más de 25 mil euros.
Al parecer, existen algunos antecedentes, bastante recientes, de situaciones así en los que la Justicia ha dado la razón a los viajeros. La aerolínea, como se imagina, es Lufthansa.
Toda la información se ha publicado en foros de aficionados a la aviación en Internet y se ha reproducido rápidamente en otros sitios especializados en la aviación y en derechos del consumidor. Los comentarios, en general, apuntan a que estas cosas –casos similares– suceden con cierta frecuencia y los jueces razonan en favor del viajero.
Esta, desde luego, es la ventaja de disponer de 25 mil euros en el bolsillo, por si la compañía nos deja en tierra.
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