Tras el problema sufrido con las baterías del Boeing 787, ahora las pesquisas de los investigadores que tratan de determinar las causas del último incidente relacionado con este aparato se centran en un transistor de emergencia fabricado por la empresa Honeywell.
Según recoge el diario The Wall Street Journal, este aparato situado en la parte trasera del avión y que hace posible la localización del aparato en caso de accidente, podría estar detrás del incendio que afectó a un 787 de la compañía Ethiopian Arlines la semana pasada en el aeropuerto de Heathrow.
Desde Honeywell se limitan a señalar que han sido invitados por las autoridades inglesas a participar en la investigación pero eluden dar los motivos concretos por los que se les ha citado, según aseguran, para evitar “especulaciones”.
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