Una tripulante de cabina (TCP) escribe en la web tripulantedecabina.com un relato de lo que ha supuesto para tripulaciones como la de Air Europa, y antes otras aerolíneas, pernoctar en Caracas en la situación de inestabilidad política y económica que vive el país. Una inseguridad que ha llegado a su cénit con el tiroteo sufrido este fin de semana por una tripulación de Air Europa. (Una tripulación de Air Europa ha sido tiroteada en Caracas). Firmado con las siglas ARM y bajo el título "Mi viaje a Venezuela como tripulante de cabina", relata la peripecia de las tripulaciones que han tenido que viajar y hospedarse en Venezuela. Explica que tenía que preparar dos maletas, una para ropa y otra para comida, cada vez que iba a Caracas, donde debía permanecer durante más de quince días (El Sepla pide a Air Europa que deje de volar a Venezuela).
"Una maleta llena de latas de comida y productos que no se estropearan demasiado durante el viaje. Teníamos el alojamiento y el desayuno pagado por la compañía en un hotel de 5 estrellas, el almuerzo y la cena corría por cuenta del tripulante en este caso. Para nosotros, el precio de la comida no suponía un problema, porque nos salía muy económico al cambio, el problema venía porque prácticamente no había comida. De los 10 platos que podías leer en ” la carta menú” del restaurante o del room-service normalmente les quedaban solo dos para elegir o como mucho tres. Y eso era lo que tenían durante toda la semana".
La tripulante de cabina explica que "después de aterrizar en Caracas, nos recogían en un minibus dos señores contratados por la compañía, que eran los encargados de llevarnos al hotel de forma segura. Normalmente ya estaban en la puerta esperándonos cuando salíamos, pero si no estaban, nosotras nos quedábamos dentro del aeropuerto hasta que llegasen. Cuanto menos tiempo pisáramos la calle, menos riesgos correríamos. Sólo los que fumaban se aventuraban a correr ese riesgo. Un día, vimos aparcado en la puerta un coche con un cepo y agujeros de bala por todo su carrocería, que lo atravesaban como un colador. Me impactó mucho porque sólo había visto algo así en las películas de Terminator".
Según esta tripulante el autobús que les recogía "llevaba unas cortinillas que siempre tenían que ir cerradas para que no nos vieran desde el exterior y nos aconsejaban que no las abriéramos ni asomáramos la cabeza".
Las tripulaciones obligadas a pernoctar en Caracas también han tenido que hacer frente a la complejidad de cambiar euros por bolívares. Explica que algunos compañeros habían conseguido un contacto de confianza en Caracas para cambiar el dinero a buen precio. "Intentar cambiar en el hotel o en las casas de cambio era totalmente impensable. Nos organizábamos para que uno de nosotros le escribiera un mensaje a este contacto con la cantidad que cada uno quería cambiar y luego él nos lo acercaba al hotel, intentando entrar de la manera más discreta posible con toda esa cantidad de bolsas de plástico llenas de dinero".
"No cambiábamos grandes cantidades, pero el Bolívar Fuerte estaba tan devaluado que cambiar solamente un billete de 50 euros te suponía quedarte con dos bolsas de plástico llenas de billetes. El momento de la repartición del dinero en la habitación de mi compañera/o parecía una escena de Narcos, con esa cama llena de fajos de billetes inservibles", según explica esta TCP en su artículo.
También relata que las tripulaciones prácticamente no salían del hotel y que cuando anochecía alguna vez escuchaban disparos en las colinas cercanas al hotel. Recuerda que cuando salían a la calle lo hacían con miedo, y siempre sin relojes ni ningún accesorio de valor para no llamar la atención (Air Europa pone en alerta a su personal de Venezuela) (Air Europa: un gran plan de seguridad para Venezuela).
Esta tripulante de cabina concluye su artículo explicando la escasez de alimentos en las tiendas y en los comercios de Caracas, además de la sensación continua de inseguridad con la que han tenido que desarrollar su trabajo. Y todo a pesar de estar alojados en un hotel de cinco estrellas que sufría, como el resto de la población, los cortes de luz, la falta de comida y de los utensilios más básicos. Una situación de precariedad que parece haber acabado con el plante de los tripulantes de Air Europa a seguir pernoctando en Caracas. (Air Europa y Venezuela: las tripulaciones ganan el pulso). Como ha informado preferente.com, Air Europa ha decidido tras este grave ataque a sus empleados que sus tripulantes ya no pernocten en la capital de Venezuela y lo hagan en Punta Cana, como habían reivindicado sin éxito los trabajadores desde hace semanas.
Es triste y duro leer esto. Gracias por compartirlo. A ver si así ninguno de vosotros tenéis que volver