Fuentes solventes han confirmado que United, una de las tres grandes aerolíneas americanas, y Airbus están en fase avanzada de negociación para la compra de aviones A321neo en lugar de los Boeing 737Max 10 que la aerolínea tenía encargados y que llevan ahora cinco años de retraso en su certificación e inicio de fabricación (United: tras los B737Max, ahora obligada a dejar en tierra los A321).
La compañía aérea no está dispuesta a esperar su turno en la lista y por ello negocia con intermediarios que tienen derechos de compra. Algunos de estos aviones estaban destinados a JetBlue o a Spirit, cuya fusión ha terminado fracasando.
Los planes de crecimiento de United están parados debido a los retrasos de Boeing en su producción de los Max. Esto no tiene una relación directa con el problema de la portezuela perdida en un avión 737Max 9 de Alaska Airlines, modelo del cual United es el mayor usuario.
Que Boeing perdiera una parte del pedido en firme del 737Max 10 sería un serio trastorno para el fabricante, sobre todo por su imagen. Hay que recordar que United fue propiedad de Boeing y que siempre ha tenido una flota dominada por esta marca. Pero la dirección de Airbus no ha ocultado su interés en entrar con fuerza en United –ya tiene algunos aviones–, pero de forma muy simbólica.
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