El Gobierno británico le ha dicho a Richard Branson, el primer accionista de Virgin Atlanti,c que primero ponga dinero de su bolsillo en su compañía y que después pueden hablar. Como no hay ayudas, ayer la compañía anunció medidas urgentes para sobrevivir: aparca sus siete aviones 747, cierra su base de Gatwick y despide a 3.150 trabajadores. Adicionalmente, suspende varias rutas, como la de Newark, en Nueva York.
La compañía, en la que Delta tiene una participación del 49 por ciento, mantendrá en servicio sus aviones A330 y, por supuesto, sus 787 y A350.
Igual que está estudiando British Airways, Virgin se va de Gatwick y se queda únicamente en Heathrow. Pero no se desvincula de los slots en Gatwick, por que tal vez así pueda volver.
Virgin Atlantic opera desde Gatwick sobre todo en vuelos vacacionales a islas del Caribe y a destinos de Florida. Desde Heathrow, en cambio, tiene viajes más business, para negocios. La compañía de Branson mantendrá sus operaciones desde Manchester.
En la nota de prensa en la que explica su situación, el tono es más optimista, al indicar que espera que en tres años pueda volver a tener la dimensión previa a la crisis. El director general de la aerolínea, Shai Weiss, dijo que “hemos resistido muchas tormentas desde nuestro primer vuelo hace 36 años, pero ninguna ha sido tan devastadora como Covid-19 y la pérdida asociada de vidas y medios de subsistencia para muchos”.
Añadió que “es crucial que regresemos a la rentabilidad en 2021. Esto significará tomar medidas para remodelar y redimensionar Virgin Atlantic de acuerdo con la demanda, manteniendo siempre a nuestra gente y clientes en el centro de todo lo que hacemos”. Virgin Atlantic llevaba una década prácticamente sin dar beneficios, con muchos ejercicios con pérdidas.
Preferente.com Diario para profesionales del Turismo