TAP Air Portugal y Volotea han alcanzado un acuerdo que permitirá a TAP Air Portugal utilizar sus códigos de vuelo en todas las rutas operadas por Volotea desde Faro-Algarve (Portugal) a Francia e Italia.
Las dos aerolíneas han iniciado un acuerdo de código compartido que permite a la compañía lusa asignar su código de vuelo en las cuatro rutas ya operadas por Volotea desde Faro (Portugal) a Nantes, Burdeos, Marsella (Francia) y Verona (Italia). Asimismo, ambas empresas continuarán analizando también posibilidades adicionales para ampliar este acuerdo en el futuro.
Los vuelos comercializados con código de TAP están disponibles a través de los sistemas de reservas de TAP, en la web www.flytap.com. Mientras que los vuelos operados por Volotea están disponibles a través de la web www.volotea.com.
"Este acuerdo permitirá a Volotea crecer todavía más, hacia una geografía más amplia, con una estacionalidad más larga y en asociación con TAP Portugal, una de las aerolíneas más fuertes de Europa", ha declarado Carlos Muñoz, fundador y consejero delegado de Volotea.
Por otra parte, la aerolínea Volotea ha descartado la salida a Bolsa, mientras que su proceso de venta continúa adelante dirigido por Morgan Stanley. HRS Managment y Elysium Capital Managment, dos fondos internacionales de capital representados por Apollo Global Management, tomarán el 49% del capital como ya anunció preferente.com (Volotea: los fondos HRS y Elysium tomarán el 49,9% del capital), (Volotea busca compradores para relevar a sus accionistas institucionales).
habra ese codigo compartido en la ruta Gran Canaria-Lisboa?
TAP es una compañía legacy, tradicional, bandera (o ex) de un gran país.
¿Qué hace aliándose con una ultra low cost que selecciona a sus pilotos con el único criterio de quién está dispuesto a cobrar menos (comandantes), y quién está dispuesto a pagar más por aprender a volar (copilotos)?
El abuso de los códigos compartidos debería estar regulado de otra forma. No hay defensa lógica ante el hecho de que, a no ser que se sea una parsona informada sobre las malas prácticas (legales, pero malas) de las compañías que derivan pasajeros hacia otros operadores y de cómo evitarlo, uno puede pensar que ha sacado un billete para volar en una compañía “seria” pero se acaba volando en air-chancla.
Un pasajero de TAP merece más que una compañía que es, como la inmensa mayoría de las low cost, una mezcla entre una escuela de vuelo y un transportista de ganado.