WizzAir abre base en Oslo y planta cara a Norwegian

Malas noticias para Norwegian, por partida doble en el mismo día. Por un lado, WizzAir, la segunda aerolínea más agresiva del mercado, se instala en Oslo para competir en los vuelos interiores de Norwegian –y de Sas, de paso-- y, por otro, Erik Braathen, el ex-director general de Braathens, una aerolínea noruega de importancia, anunció la creación de una nueva empresa, al estilo de Norwegian, para 2021.

En todo caso, el problema de WizzAir no es para el futuro, sino para mañana. La low-cost húngara confirmó ayer que establece una base en Oslo y que operará desde el 5 de noviembre, o sea en un mes. Inicialmente operará 35 rutas –contando con las existentes--, nada menos. Esas rutas cubrirán Bergen, Tromso y Trondheim, tres destinos noruegos de importancia, en los cuales ya vuelan Norwegian y Sas, dado que son las principales rutas interiores del país.

WizzAir ya está volando a Noruega, pero no tiene bases y opera sobre todo como extensión de sus vuelos en Europa oriental. Atiende Cracovia, Gdanks, Katowice y Varsovia. Pero ahora tendrá base en Oslo, con lo que el horizonte cambia.

Por otro lado, Erik Braathen anunció que va a ponerse al frente de una nueva aerolínea que volará el año que viene. Braathen sabe perfectamente qué tiene entre manos porque fue director general de Braathens y ha integrado el consejo de administración de Norwegian, en los años en los que la compañía crecía sólidamente, desde 2002 a 2009.

La nueva compañía tendrá su primer avión a mediados del año que viene y pretende llegar a los 400 empleados para el 2022.

Su plan no ha sido explicado pero pocas sorpresas puede aportar: competirá abiertamente con Norwegian y con Sas, como es inevitable.