WizzAir, la aerolínea húngara que se está erigiendo como la segunda low cost más importante de Europa, anunció esta semana que sus pérdidas de este año estarán entre 632 y 652 millones de euros, peor que los 576 del año anterior. Sin embargo, sus acciones en Bolsa subieron un siete por ciento (WizzAir compra 102 aviones y amenaza el liderazgo de Ryanair).
Lógicamente, la subida no ha sido por las pérdidas sino porque la compañía ha manifestado su convencimiento de que está a punto de salir de la crisis del Covid, porque en estas semanas las reservas de viajes se han disparado y cree que está ante los últimos números rojos atribuibles a la pandemia. WizzAir es propiedad de un fondo de inversión, IndiGo que también es propietario de Frontier Airlines en Estados Unidos y JetSmart en Sudamérica.
WizzAir tiene un motivo adicional para explicar sus pérdidas de este año: su tremenda dependencia del este europeo, sumido en una guerra entre Rusia y Ucrania. La aerolínea volaba a Rusia y tenía varias bases en Ucrania. De hecho, ayer mismo comunicó que sus vuelos en Ucrania seguirán suspendidos un mes más, trasmitiendo la impresión de que tiene planes de recuperar la operación de aquí a un tiempo. Los vuelos a Moldavia (Chisinau, es su capital) también están suspendidos.
WizzAir, que se ha volcado desde este año en Italia, ha posicionado más aviones en otros países, con especial inclinación hacia el Oeste de Europa, donde su presencia era menor.
La compañía ha cubierto un 36 por ciento de su consumo de combustible contra la volatilidad. Había sido una de las aerolíneas a la que el conflicto pilló en peor situación en este sentido.
Magnifica aerolínea con una calidad precio imbatible,sin duda será una de las grandes dominadoras de los cielos europeos en esta década