ACS, presidida por Florentino Pérez, y su socio francés Eiffage, no se conforman con demandar a España y Francia por la quiebra técnica de la concesión del AVE Barcelona-París, de la que culpan a los Estados por los escasos usuarios registrados. La compañía española ha presentado otra reclamación judicial para exigir el pago de 348 millones porque las obras tuvieron un sobrecoste del 30%.
En concreto, según El Confidencial, pide cobrar 143 millones de euros más por “motivos geológicos” en la ejecución del Túnel del Perthús, 10’3 millones por la misma razón en el viaducto de Muga y casi 4 millones por problemas con la Agencia Catalana del Agua. También solicita 115 millones por “el incremento extraordinario del precio de los productos derivados del petróleo, de los productos siderúrgicos y del cobre”, así como un quinto cobro de 19 millones por los terrenos comprados para la construcción de la infraestructura y un sexto de 56 millones por gastos financieros.
Los sobrecostes fueron motivo de escándalo en el caso del AVE Madrid-Barcelona, que se adjudicó por 6.882 millones y acabó costando 9.000, un 31% más, a causa de los ‘modificados’ durante la obra. Estas variaciones, junto con las expropiaciones, habrían costado unos 10.000 millones al erario público estatal en los últimos seis años.
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