La ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor, ha afirmado rotunda este martes que Renfe no se privatizará, como sugirió recientemente el presidente de la compañía, Pablo Vázquez (El presidente de Renfe apuesta por sacar a Bolsa una parte de la compañía como hizo Aena).
Según ha expresado Pastor, Renfe continuará siendo una empresa pública y ha recordado que, en 2015, la compañía salió por primera vez de los números rojos. “De lo que de mí dependa esta compañía seguirá siendo siempre pública”, ha recalcado la titular de Fomento.
Sin embargo, el presidente de Renfe defendió que la mejor opción para la compañía pasaba por privatizar una parte, siguiendo el modelo de Aena, en el que la mayor parte continúa siendo estatal y el resto pasó a cotizar en Bolsa.
A pesar de haber obtenido el primer beneficio de su historia en 2015, Vázquez considera clave la inversión privada para llegar a convertirse en un operador internacional y lograr una posición fuerte de cara a la liberalización del sector ferroviario en 2020.
Si esto es lo que dice la derecha, no quiero pensar qué defenderá el PSOE y menos dónde estará Podemos. Mientras, en Alemania, Escandinavia, Holanda, Italia, Bélgica, la mayor parte de los países del Este y por supuesto Gran Bretaña, la presencia de trenes privados se multiplica, porque no hay razón estratégica alguna para que este servicio lo dé el sector público y no el privado.