Renfe ha encargado a las consultoras PWC y BIP el diseño de su segregación en cuatro compañías separadas. La adjudicación del contrato está dotada con 2’2 millones de euros. Se da la circunstancia de que, según ha desvelado la Cadena SER, el actual presidente de la compañía ferroviaria pública, Julio Gómez-Pomar, trabajó para PWC como director del Centro de Innovación del Sector Público que impulsan esta consultora y el IE Business School.
Desde Renfe se ha remarcado que Gómez-Pomar nunca ha tenido un contrato laboral con Pricewaterhouse Coopers. Su relación con PWC se limitó, según las mismas fuentes, a la dirección de una cátedra patrocinada por esta empresa.
La mayor parte de la trayectoria profesional del actual presidente de Renfe ha transcurrido, en efecto, en el sector público, donde ha pasado por la Secretaría de Estado de Hacienda, el Instituto Nacional de la Seguridad Social y el departamento de Administraciones Públicas. Pero, hasta enero de 2012, según puede verse en la web del IE Business School, Julio Gómez-Pomar “dirigió el Centro PWC & IE del Sector Público”.
Por este motivo, precisamente, cuando el comité de dirección de Renfe decidió sobre el contrato con PricewaterhouseCoopers y BIP Consulting se produjo la abstención de Gómez-Pomar, cuenta la SER.
El presidente de Renfe sólo busca su propio beneficio. Está destruyendo la operadora ferroviaria española, mientras Francia está fortaleciendo la suya. Acuérdense de lo que está sucediendo ahora en Iberia: si seguimos así, va a suceder próximamente con Renfe.
El refrán dice en realidad que "la mujer del César no solo deber ser honrada sino también parecerlo"
Cuando se ocupan cargos relevantes, especialmente en la administración del Estado, se dan ciertos escenarios que se debe ser muy pulcro y consecuente en las opciones que se toman, este que se narra deja unas dudas profundas con difusos intereses, y quizás con ligero tufo a sospechas en aspiraciones para nada transparentes y con personalismos oscurantista.