Madrid. 10/9/08.- El Ejecutivo que preside José Luis Rodríguez Zapatero teme que el accidente aéreo que el 20 de agosto costó la vida a 154 pasajeros dé la puntilla a Spanair. La compañía es la segunda mayor aerolínea española y un actor estratégico en el transporte aéreo nacional. Cada año viajan con ella cerca de once millones de personas.
Ante la grave crisis que atraviesa Spanair, con un severo Expediente de Regulación de Empleo para un tercio de la plantilla y un amplio recorte de rutas y bases operativas, se ha empezado a extender por el Gobierno la idea de que la aerolínea necesita un caballero blanco que le ayude a superar el ciclo de contracción que sufre el sector aéreo.
Iberia parece erigirse como el candidato idóneo, según publica expansion.com. Esta corriente de opinión contrasta con la negativa que ha mantenido en los últimos meses el Ejecutivo en relación a una eventual fusión entre Iberia y Spanair. En ese momento, el Gobierno temía que la unión provocase una excesiva concentración en el mercado.
Para el Gobierno, la compra de Spanair por parte de Iberia supondría ahora un problema menos. Aún está presente el recuerdo de Air Madrid, que tras perder la licencia de operaciones por sus deficiencias de mantenimiento en diciembre de 2006 provocó un caos en los aeropuertos e infligió serios daños a la imagen del sector aéreo español.
Fuentes de Spanair aseguran, no obstante, que no han recibido todavía ninguna propuesta al respecto. Iberia ya ofreció a principios de año algo más de 300 millones por su rival, una propuesta económica que fue desestimada por su propietario, el grupo aéreo Scandinavian Airlines System (SAS).
Pros y contras
Entre los puntos favorables a la operación, las fuentes consultadas destacan que Iberia encontraría a Spanair mucho mejor dimensionada en el nuevo escenario del sector aéreo, tendría el apoyo de los sindicatos y se haría con el control exclusivo del puente aéreo. El corredor Madrid-Barcelona es uno de los más rentables del mundo y Spanair tiene el 25 por ciento de cuota de mercado.
Entre los aspectos negativos figura el proceso de fusión que negocia Iberia con British Airways y los esfuerzos de ambas empresas para convencer a las autoridades europeas de la competencia de que aprueben la integración sin contrapartidas onerosas.
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