Chris Grayling, un ministro del gobierno británico (secretario de estado de Transporte, según la nomenclatura de ese país) inauguró el pasado viernes la última obra de remodelación de un aeropuerto de Aena, Aeropuertos Nacionales, el monopolio español. Aena había invertido 180 millones de euros en ampliar, mejorar y adecentar una terminal pero, curiosamente quien la inauguró fue un ministro de otro país.
En realidad, era lo lógico porque estamos hablando del aeropuerto de Luton, que es el único aeropuerto europeo de Aena que no está en España sino al norte de la capital británica.
La nueva terminal que se inauguró permitirá que el aeropuerto pueda aumentar hasta un 50 por ciento su capacidad hasta los 18 millones de pasajeros anuales, pese a que tiene una única pista y parece imposible que pueda tener otra porque se encuentra en una zona topográficamente muy difícil.
En realidad, no se crean que realmente va a haber mucho crecimiento porque incluso con las obras en marcha, es decir en situación provisional, la utilización del aeropuerto había aumentado ya un 35 por ciento, hasta llegar a los 16,5 millones de pasajeros anuales.
El aeropuerto atiende al noroeste de Londres y es utilizado primordialmente por compañías low-cost. Sus principales usuarios son Easyjet, que tiene sus oficinas centrales en un edificio vecino a la terminal; Ryanair, que tiene aquí su segunda terminal en Londres y Wizzair, la compañía húngara, que opera desde este aeropuerto una importante cartera de vuelos a Europa del Este y uno a Europa Occidental, Lisboa.
La obra, como es habitual, ha permitido crear una zona comercial mucho más grande, con 30 nuevas tiendas, además de mejores instalaciones de embarque y de seguridad que hasta ahora eran más bien poca cosa. Se añaden mil asientos más para la espera, se incorpora wifi gratuito y nuevas puertas de embarque. Igualmente, el acceso en coche y bus al aeropuerto se ha remodelado dada la escasez del espacio habitual en la zona.
Luton Airport planea hacer un tren que le conecte con Londres y resolver otro problema que es la ausencia de enlaces ferroviarios directos.
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