Una Bombardier más modesta presenta su apuesta para el segmento de 50 asientos

Todos saben que Bombardier, el fabricante canadiense de aviones, no lo está pasando nada bien: ha tenido que desprenderse de la línea de producción de sus aviones CS100 y CS300, ahora en manos de Airbus, y se ha desprendido de otras ramas de su negocio de aviación. Pero se quedó con sus aviones CRJ, conocidos en España porque los usa Air Nostrum en los vuelos de Iberia Regional.

Ahora, Bombardier, resignada a su nueva dimensión, mucho más modesta, acaba de presentar su nuevo CRJ550, que promete ser una apuesta muy fuerte en este segmento de mercado, en aviones de 50 asientos. El modelo sale a la calle con un cliente, United, que ya tenía negociada su compra. Y viene acompañado del prestigio de Bombardier, siempre más sólido que el de sus rivales menos consolidados.

Sólo en Estados Unidos, el mercado para este tipo de aviones puede ser de unos 700 aparatos, algo muy interesante para Bombardier, en su nueva vida como fabricante de aviones pequeños. El avión presentado esta semana tiene, además, la ventaja de disponer de amplio espacio para el transporte de maletas.

Los analistas que han visto el avión creen que, nuevamente, la empresa canadiense ha acertado: el avión dispone de más espacio que sus rivales, con lo que su competitividad será alta, a expensas del precio al que se comercialice.

Pero esas no son las únicas ventajas. Probablemente lo más importante es que el avión será parte del resto de familias CRJ, de forma que los pilotos de un modelo podrán operar los demás modelos sin grandes diferencias. Lo mismo que sucede con los cuatro modelos de gama baja de Airbus, el 318, 319, 320 y 321 que operan bajo los mismos patrones. Las cabinas son idénticas para sus modelos, con lo que se simplifica enormemente la operatividad.