A Coruña. 9/09/10.- Vueling anunció ayer que las rutas de Santiago, A Coruña y Vigo con Zúrich, Ámsterdam y Bruselas caducan el 31 de octubre y que no tiene intención de continuar con las mismas, lo que ha creado un importante revuelo en toda Galicia. Según publica el diario El Mundo, las tres rutas aéreas internacionales que perderán los aeropuertos gallegos a partir de noviembre, implantadas a finales de marzo gracias a unas ayudas de la Xunta, no tenían la intención de estabilizarse y resultar rentables a medio plazo, sino que forman parte del calendario de rutas de verano que la compañía establece con diferentes destinos.
En ese sentido, la parlamentaria socialista María Quintas denuncia que la Xunta "debió tener un contrato preventivo" para evitar la baja ocupación de los vuelos, porque duda que "Vueling no tuviese un estudio de mercado" (sobre las conexiones gallegas) de estos nueve meses.
Según señala Quintas, el contrato publicitario no ha sido publicado, ni siquiera facilitado "en sede parlamentaria", lo que demuestra la "opacidad y la negativa a dar explicaciones de la Xunta en una adjudicación" como ésta. "Vueling coge el dinero y vuela", dice la diputada socialista.
El documento referente al Consello de Goberno de la Xunta del 12 de noviembre de 2009 señalaba que "el objetivo de estas ayudas (patrocinios publicitarios) es aumentar el número de pasajeros que utilicen estas aerolíneas de modo que, a medio plazo, sean rentables y se puedan financiar futuras conexiones".
Sin embargo, fuentes de Vueling apuntan que, al igual que sucede con otros enlaces con un tipo de cliente más veraniego, las conexiones de Santiago, A Coruña y Vigo con Zúrich, Ámsterdam y Bruselas forman parte del calendario estival de rutas y, por lo tanto, caducan el 31 de octubre.
El convenio que recoge estas ayudas entregadas a la compañía presidida por Josep Piqué son gestionadas por la Consellería de Cultura e Turismo, por lo que, en pleno Año Santo, encajan dentro de las múltiples campañas de patrocinio emprendidas por la Xunta.
Este oneroso patrocinio -alrededor de 4,5 millones de euros- no estará presente durante uno de los actos más importantes del Año Santo, la visita del Papa Benedicto XVI prevista para el 6 de noviembre, una semana después del fin del calendario de verano y, por ende, de dicho patrocinio.
El tema de las ayudas a las compañías aéreas para lograr su implantación en un aeropuerto no es nuevo. Sin embargo, existen diferentes métodos para atraer a estas aerolíneas. En este caso, la Xunta optó por un patrocinio publicitario que, por ejemplo, no se encuentra en el mayor punto de venta de billetes, como es la página web de Vueling.
Según las estadísticas mensuales de número de pasajeros y de operaciones que publica AENA, la ocupación media del vuelo patrocinado Vigo-Bruselas nunca superó el 46% entre abril y junio. O en la conexión entre A Coruña y Ámsterdam, las ocupaciones, mejores que en el caso vigués, nunca alcanzaron el 75%, si bien este caso muestra un comportamiento ascendente que podría explicar su permanencia, al alcanzar en el mes de abril un tímido 58%, luego ampliamente superado.
A tenor de las cifras, los 4,5 millones dedicados a estas conexiones han ido a fondo perdido, puesto que ni los aviones han venido excepcionalmente ocupados -caso de Vigo-Bruselas-, ni la compañía ha decidido implantarse, tal y como pretendía la Xunta.
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