La quiebra de Thomas Cook impactó directamente sobre la conectividad de Canarias y Baleares, los destinos en los que la aerolínea concentraba su actividad en España. Ante esta situación, que llevó al Gobierno a aprobar una serie de ayudas para mitigar los impactos, el presidente de Aena, Maurici Lucena, ha reconocido que la compañía "sufrió presiones" desde varios frentes para que ayudara a cubrir la capacidad que había quedado desierta, por lo que finalmente se vio obligada a diseñar un esquema de incentivos, según publica El Economista (Los aeropuertos canarios sufren la quiebra de Thomas Cook).
"Aena recibió muchas presiones para ayudar a cubrir los vacíos con rebajas de las tasas. Algunas presiones se podrían haber hecho en un tono mejorable", ha asegurado Lucena. En este punto, el incentivo comercial aprobado proponía a las líneas aéreas que mejoraran su programación respecto a lo anunciado, unas rebajas del 40% en las tasas de los nuevos vuelos. "A día de hoy más del 63% del vacío que generó la quiebra de Thomas Cook se ha cubierto gracias a ese atractivo", ha afirmado (Aena pulveriza su récord: más de 275 millones de pasajeros en 2019 ) (Competencia ordena a Aena que rebaje sus tarifas para 2020).
Además de la consolidación del sector en Europa, la ralentización de la demanda y el alza del petróleo, Lucena señala la crisis del MAX de Boeing como otra de las amenazas que están lastrando el crecimiento del tráfico. Y en este sentido Lucena ha recordado la restricción de la oferta que han llevado a cabo Ryanair o Norwegian, según El Economista.
Capaz y vuelven a meterle mano a los precios del handling en el próximo concurso para seguir precarizando más y más.