Ahogada por la crisis del 737Max y, ahora, por la constante cancelación de órdenes de compra por culpa de la epidemia de Coronavirus, Boeing, el mayor fabricante de aviones del mundo hasta hace unas semanas ha anunciado que cancela la operación de compra de Embraer, el fabricante brasileño de aviones.
Embraer fabrica aviones de una capacidad que ronda los cien asientos, con bastante éxito en el mercado. Era un rival frontal de Bombardier, el fabricante canadiense. Boeing apenas tenía un avión en este segmento, el 717. Airbus, por su parte, sólo tenía la gama baja del modelo 320, con bastante poca capacidad para competir.
Sin embargo, hace dos años, cuando Airbus se quedó por cero euros con todo el negocio de Bombardier en la línea de los aviones más grandes, rebautizados A220, Boeing y la brasileña llegaron a un acuerdo para que la americana se quedara con todo, por un importe de 4.200 millones de dólares. La operación se firmó, pero no quedó totalmente cerrada por diversos obstáculos habituales en estos casos, como los informes de las autoridades respectivas en competencia.
La crisis ha hecho caer fuertemente la valoración bursátil de Embraer. Pese a que el precio prometido por Boeing era de 4.200 millones, su valor hoy es de 1.100 millones, lo que supondría que la operación estaría sobrevalorada.
Las dos compañías tenían un acuerdo para desarrollar el Embraer C390 Millenium, el cual también queda cancelado. Sin embargo, se mantienen acuerdos en materia de aviación militar, que las dos tienen en común.
¿Es el momento de Airbus o es el momento de dejarla caer?