Amadeus pierde 196,9 millones de euros en el primer semestre de 2020, frente a los 594,4 millones que ganó en el mismo tramo del ejercicio anterior. El impacto de la crisis del Covid-19 también se refleja en sus ingresos, que se desploman un 54,7%, pasando de 2.826,6 millones a 1.281,2 millones. Las reservas aéreas a través de agencias registran un derrumbe aún mayor (-78,6%), situándose en 65,9 millones.
Su consejero delegado, Luis Maroto, explica que "el segundo trimestre del año fue un momento muy difícil a escala mundial para la industria del viaje debido a la pandemia del Covid-19". "Los confinamientos a gran escala en las diferentes regiones tuvieron graves repercusiones sobre los viajes, la programación de vuelos, las reservas aéreas (que se vieron aún más perjudicadas por las cancelaciones) y el volumen de pasajeros embarcados", señala.
El directivo destaca que "desde finales de mayo, hemos empezado a observar un creciente número de vuelos programados, así como tráfico aéreo y reservas". Sin embargo, reconoce que "la situación aún es muy incierta".
Maroto también hace hincapié en que "con el fin de fortalecer nuestro negocio para el futuro y compensar los efectos duraderos de la pandemia, hemos tomado medidas adicionales para incrementar nuestra liquidez y ahora mismo contamos con 4.000 millones disponibles". "Además, estamos mejorando nuestra operativa y la forma de prestar servicio a los clientes de cara a fomentar la innovación y, lo que es más importante, proteger nuestro negocio. Ello incluye efectuar ajustes para impulsar la eficiencia y una evolución organizativa para garantizar que estamos sólidamente posicionados para el futuro", concluye.
Por supuesto, los ajustes pasan por desprenderse de parte de una plantilla, muy bién preparada, pero que dificilmente encontrarán un empleo de características semejantes, y parecida remuneración.
Las compañías sienten un gran placer cuando obtienen dividendos, pero carecen de paciencia para capear temporales muy largos y de incierto final...
Amadeus tiene el modelo de negocio de que las agencias de viajes se amarren a ellos con contratos a tres, cinco o diez años y con esos contratos negocian con las aerolíneas. Las agencias que se amarren e Amadeus probablemente se queden atrasadas y pagando para mantener la plantilla de este GDS cada vez más rezagado en tecnología y calidad de servicio, que, como dice el propio Amadeus "lo que es más importante, proteger nuestro negocio". Para Amadeus la "innovación" es buscar formas de sacar más dinero a las agencias y las aerolíneas con tecnología que parece intencionalmente rezagada. En este momento es altamente riesgoso que agencias y aerolínas se amarren a contratos con ellos.