El empresario valenciano Ángel de Cabo lo ha vuelto a hacer. Si el año pasado confirmó la fama que le precedía de especialista en empresas en quiebra al comprar a través de Posibilitumm Business el Grupo Marsans -entonces en situación crítica y ahora prácticamente disuelto- en esta ocasión se hace con Nueva Rumasa, hasta ahora propiedad de la familia Ruiz-Mateos. No solo con Hotasa, la división hotelera del grupo, tal y como se informó en un principio, sino con todo el conglomerado. No por nada el grupo empresarial cumple los requisitos habituales del ‘negocio’: un buen puñado de empresas en concurso de acreedores.
La sociedad con que De Cabo ha formalizado la compra de las sociedades matrices que sustentan la actividad de Nueva Rumasa ha sido Back in Business. La fórmula ha sido idéntica a la de la compra de Marsans: hacerse cargo del pasivo que soportan las empresas del grupo, cifrado en 1.500 millones. Según ha afirmado la propia firma compradora, Back in Business toma este grupo con el propósito de "analizar todas las líneas de negocio y tomar las medidas necesarias con el fin último de que las sociedades entren en valor y conseguir así la mayor satisfacción de sus acreedores".
La familia Ruiz-Mateos atribuye su decisión de optar por la oferta de compra presentada por Angel de Cabo, de "entre las numerosas recibidas en los últimos meses," por "el profundo conocimiento que muestra del grupo y su probada solvencia económica y de gestión". "Nos garantiza la mejor alternativa posible para trabajadores, proveedores y clientes", han añadido. Para José María Ruiz Mateos, uno de los motivos decisivos para inclinarse por esta opción ha sido "el compromiso de los nuevos propietarios de seguir con las obligaciones adquiridas por Nueva Rumasa con los inversores que mostraron su confianza en nosotros".
--De Cabo compra Nueva Rumasa con otra sociedad fantasma de Cerdá
--La familia Ruiz-Mateos se decanta por la "mejor alternativa posible"
Adiós Rumasa. Estos tiburones sólo van a ponerse megasueldos y esquilmar aún más la empresa. Observen dónde ha quedado Marsans y todo su grupo...