Un número no especificado de hoteles y otros alojamientos que están en Booking.com han sido finalmente el objeto de mails de phishing, que ha supuesto que cierto número de clientes de esta cadena aportaran sus datos bancarios a los delincuentes. Booking indicó ayer que “está ayudando a los huéspedes afectados a compensar las pérdidas sufridas y a reclamarlas de la propiedad”, lo que no significa que se haga cargo de ellas, al menos no en su integridad.
Booking aseguró a través de un portavoz que sus sistemas no han tenido problemas y que los atacados han sido establecimientos que operan con Booking.
Los servicios de prensa de Booking resaltaron que no eran sus sistemas lo que han sido objeto de la pérdida de información, dando a entender que sus medidas de seguridad son extremas.
Aunque la información no ha sido clara, Booking invita a sus clientes a ponerse en contacto con su servicio de atención al cliente para resolver los problemas de forma satisfactoria para todas las partes.
En este tipo de casos, es habitual que las organizaciones no ofrezcan detalles que puedan dar información a los delincuentes, por lo que no se sabe el número de afectados ni los países más directamente implicados.
Este ataque de origen desconocido tiene lugar apenas unos meses después de que Orbitz, una de las filiales de Expedia, el gran rival de Booking, aceptara que los hackers habían accedido a un millón de tarjetas de crédito de su empresa, a lo largo de dos años. En marzo de 2011, el tercer player en este negocio, TripAdvisor, también fue atacado y algunos e-mails fueron sustraídos.
Claro, dicen así por defenderse de las multas, la culpa será del hotelero de 1 estrella.