Más de trescientos vuelos han debido de ser cancelados en el aeropuerto de Lisboa en el primero día de una huelga de trabajadores de Groundforce, la empresa encargada del handling, que este domingo entró en su segundo día consecutivo y que sigue sumando cancelaciones. La huelga también está afectando a los aeropuertos de Oporto, Faro y Funchal, en Madeira.
La huelga fue convocada por el sindicato de trabajadores del handling (STHA). El paro se inició este sábado y sólo en las primeras horas supuso unos 300 vuelos cancelados, sobre todo de TAP, la aerolínea nacional portuguesa.
El paro está relacionado con la retribución, especialmente los pagos de los días libres.
Los trabajadores pertenecen a una sociedad en la que TAP tiene el 49,9 por ciento del capital, cuyo titular es el estado. El otro accionista es Pasogal.
Las compañías low-cost que operan en Lisboa, y que usan normalmente la terminal 2, no se han visto afectadas.
Los trabajadores volverán a la actividad este lunes pero han anunciado que, si en el interin no hay un acuerdo, el próximo 31 de julio y los dos primeros días de agosto repetirán la protesta.
Groundforce lleva varios meses en un crisis financiera. Según algunas fuentes, sus deudas, fundamentalmente con Ana, el organismo gestor de los aeropuertos de Portugal (equivalente a nuestra Aena) supera los quince millones de euros. TAP, antes de estas protestas, había decidido intervenir, pero tampoco su situación es muy boyante para permitirse la paralización de sus vuelos como ha tenido lugar este fin de semana.
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