Cs de Baleares ha entronizado de esta forma al autor, mentor, gestor y ejecutor del impuesto que marcó el punto de inflexión de la ruptura entre el sector turístico balear y la clase política de izquierda, de extrema izquierda y nacionalista ultra de las Islas: la ecotasa.

El partido naranja del atribulado y anti líder Xavier Pericay ha fichado al único cargo del Gobierno de Francesc Antich que quiso aplicar a toda costa el impuesto que trajo en vilo durante cuatro años a los isleños, la tasa que descabalgó al PSOE y a sus asociados del poder tras la áspera y duradera batalla mantenida con los hoteleros y demás miembros de la clase turística del archipiélago, obreros incluidos.

Porque Mesquida, henchido y más chulo que el Ronaldo altivo y narcisista, se quedó solo y amenazó con dimitir si se retiraba el controvertido impuesto, su proyecto estrella.

Como publicó este digital, el presidente Antich, el conseller Alomar y los hoteleros Cañellas y Esteve, presidente y vicepresidente de la Federación de Mallorca, acordaron una retirada pactada de la ecotasa a instancias del entonces presidente  de la Caja de Ahorros, el abogado Miguel Capellá.

Contra ese acuerdo se plantó y se rebeló Joan Mesquida amenazando con dinamitar el Gobierno del Pacto desde su puesto de conseller de Economía y Hacienda. Para satisfacción de los extremistas, de los turismofóbicos y de la prensa anti hotelera, solo él se opuso a la derogación. 

Años más tarde, paradojas de la política (tremenda y dañina), Joan Mesquida acabaría poniéndose al frente del Turismo español desde el puesto de secretario de Estado. Desde este cargo y sin rubor alguno, en un giro de tremendo arribista, acabaría llamando amigos a los hoteleros que había fustigado sin piedad durante el pulso por la ecotasa.

Con el beneplácito de Zapatero y el compadreo de Antonio Catalán y la familia Hidalgo, menuda grey, Mesquida acabaría dándose baños de multitudes en las más importantes ferias de turismo del mundo, de Madrid a Berlín pasando por Londres. La clase política es así, incluida la del aparato de Cs (Dios salve a Inés).