Definitivo: Norwegian deja el largo recorrido y los 787

Norwegian ha comunicado hoy el cierre de su mayor base de vuelos de largo recorrido, en el aeropuerto londinense de Gatwick. Se pierden algo más de mil puestos de trabajo. La decisión es parte de las exigencias de los administradores de la suspensión de pagos que exigen un plan viable para el futuro de la compañía, que no pasa por seguir usando los aviones 787 que había adquirido. Tal como había avanzado Preferente, a finales de diciembre la compañía había informado a los administradores de la suspensión de pagos, tanto en Oslo para algunas sociedades, como en Dublín, para otras, que les presentaría una estructura empresarial simplificada que no incluye vuelos de larga distancia.

Toda la flota de Boeing 787-9 de larga distancia de Norwegian, que ha estado en tierra desde marzo de 2020 debido a restricciones de viaje junto con la disminución general de la demanda, no volverá a volar. Dado que la demanda futura sigue siendo muy incierta, la empresa cree que una red de largo recorrido ya no es viable. Esto significa que Norwegian ya no buscará vuelos de larga distancia y se deshará de sus Boeing 787. Desafortunadamente, esto también significa que las entidades legales que emplean principalmente personal de larga distancia en Italia, Francia, el Reino Unido y los EE. UU. desaparecen. 

Con su nueva estructura empresarial simplificada, Norwegian se centrará en sus operaciones europeas. La esperanza es "construir una empresa sólida que atraiga inversores y continúe sirviendo a clientes nuevos y existentes". La compañía se centrará en su negocio principal de los países nórdicos, operando una red de corto alcance exclusivamente con aviones de fuselaje estrecho. La atención se centrará en las rutas dentro de Noruega, a través de los países nórdicos y hacia destinos europeos clave. El plan es atender estos mercados con alrededor de 50 aviones de cuerpo estrecho para 2021, y aumentar ese número a alrededor de 70 aviones de cuerpo estrecho para 2022.

Norwegian tiene como objetivo reducir la deuda de manera significativa, a alrededor de NOK 20 mil millones, y recaudar NOK 4-5 mil millones en nuevo capital a través de una combinación de una emisión de derechos para los accionistas actuales, una colocación privada y un instrumento híbrido. 

La compañía también ha iniciado una vez más un diálogo con el gobierno noruego sobre la posible participación estatal en el nuevo plan de negocios.