Brittany Oswell tenía 25 años y regresaba de su luna de miel en Honolulu en 2016. Ella y su nuevo esposo, Cory Oswell, habían pasado varias semanas en Hawai, y ahora estaba emocionada de volver a casa. Llamó a su madre antes de embarcar en el vuelo de American Airlines al aeropuerto de Dallas-Fort Worth, desde donde volaría a Carolina del Sur para ver a su familia.
"Ella estaba de muy buen humor. Estaba emocionada ", dijo la madre de Brittany, Tina Starks. "Tenía muchas ganas de llegar a Columbia, de comenzar su carrera aquí y de convertirse en enfermera ".
Pero Brittany nunca llegó a casa. Durante el vuelo de Hawai a Texas, la joven sufrió una embolia pulmonar, según publica Honolulu Star-Advertiser. Un médico a bordo le pidió al piloto que aterrizara el avión hasta en tres ocasiones para llevar a Brittany a un hospital, pero el avión no aterrizó, según la demanda judicial.
Brittany dejó de respirar mientras estaba a bordo y fue trasladada al Hospital Universitario Baylor en cuanto el avión aterrizó en el aeropuerto Dallas-Fort Worth, pero tres días después falleció. "Necesitaba que el avión aterrizara para poder recibir atención de un hospital real, no en el vuelo", afirma Tina Starks.
La familia de Brittany ha demandado a American Airlines por la muerte de su hija. Aseguran que el vuelo debería haber sido desviado y que el equipo médico a bordo dificultaba aún más la posibilidad de supervivencia de Brittany.
"Esperamos llegar a Dallas y presentar los hechos ante un jurado para averiguar por qué, después de que un médico que estaba en el avión preguntó que el avión aterrizara en tres ocasiones diferentes, por qué no se desvió el avión, "Brad Cranshaw, según el abogado de la familia.
Cuando se pregunta a la familia cómo se sentían respecto a la respuesta de American Airlines tras la muerte de Brittany, su padre, Chris Starks, dice: "¿Qué respuesta?" Los padres dicen que American Airlines respondió a la demanda, pero la compañía no se responsabilizó por no desviar el vuelo de Brittany, según publica Honolulu Star-Advertiser.
Los padres esperan que su caso cambie las leyes de aviación. Tina Starks asegura que los auxiliares de vuelo recibieron una capacitación médica mínima y que el instrumental médico usado con su hija, un brazalete de presión arterial y desfibrilador, no funcionó. Por ello, confían que en las tripulaciones reciban mayor entrenamiento médico y cuenten con un equipo adecuado.
El piloto tendría que perder la matrícula, su desidia fue fatal