La compañía británica Easyjet, a quien la crisis del coronavirus ha dejado sus finanzas en un estado desastroso, se revalorizó ayer en bolsa tras llegar a un acuerdo con Airbus para aplazar la entrega de 22 aviones que tenía encargados. Para Airbus, las malas noticias no acabaron ahí: AirAsia X renegoció un gran pedido con Airbus, de manera que el fabricante europeo afirmó que perdería por este motivo unos cinco mil millones de dólares.
En ambos casos, más complejo el malayo, se trata de efectos de la crisis del coronavirus, cuyo final no está visible.
En el caso de Easyjet, los accionistas en bolsa, que han visto caer el precio del valor nada menos que un 47 por ciento en lo que va año, vivieron ayer un pequeño momento de satisfacción con un repunte insignificante del mismo.
En los casos de las dos compañías, la situación del fabricante europeo es crítica porque son sus clientes y hubieran mantenido sus compromisos de haber respondido el mercado. En el caso de AirAsiaX las cosas son más complicadas porque la ruptura del acuerdo ha implicado a un lessor enmedio (BOC Limited) lo que ha supuesto un fuerte enfrentamiento en la negociación.
En Easyjet, el fundador y uno de los principales accionistas, había exigido al inicio de la pandemia que la compañía rompiera sus compromisos de compra con Airbus. Los accionistas y, naturalmente, el Consejo, rechazaron su petición pero el tiempo ha venido a darle la razón.
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