Jordi William Carnes ha dimitido de su cargo como director general del Consorcio Turismo de Barcelona, en el momento en que una auditoría de intervención ha detectado un uso indebido de una o más tarjetas de crédito de dicha empresa, en gastos que no han sido justificados debidamente. Un porcentaje considerable de esos gastos corresponden a la tarjeta de crédito de empresa de Carnes.
La auditoría, obra del interventor a petición del gobierno municipal, se basa en una inspección de la actividad económica del consistorio en 2016, tal y como revela Elperiódico. En el apartado de gastos de viajes, de la partida de 550.000 euros que el organismo invirtió en dicho ejercicio, se analizaron facturas que suponen cerca de un 20% de ese total, unos 110.000 euros, en los cuales se detectaron irregularidades en 83.000 euros desembolsados en billetes de avión, alojamiento y dietas sin justificación alguna sobre su motivación o autorización del gasto en viajes, hoteles y restaurantes, explica el citado medio.
En diciembre, el gobierno puso el contenido de la auditoría en conocimiento del presidente del comité ejecutivo del consorcio, Joan Gaspart, y del presidente de la Cambra de Comerç, Indústria i Navegació, Miquel Valls y del propio Carnes.
El comité ejecutivo del consorcio llevaba a cabo este lunes una reunión extraordinaria para abordar la situación. "Respetamos su honorabilidad pero haremos un informe interno para saber si existen deficiencias respecto de estos gastos", ha señalado el concejal de Turismo, Agustí Colom, tras la reunión. Asimismo, ha precisado que se estudiarán los cuatro años en los que Carnes ha sido director general, ya que es un periodo cuya responsabilidad no ha prescrito. También ha advertido de que habrá o no "consecuencias" en función de ese informe.
No ha quedado nada "sin tocar". Fondos de Liquidez Autonómica para evitar recortes en sanidad, en educación, usados para el referendum. Todos los medios de comunicación "afines" subvencionados de una u otra manera, Ferias, Simposiums, webs..Desde el siglo XIX en que, por Ley, impusieron aranceles a todas las telas de fuera de España hasta hoy , siempre viviendo de la subvención (o de la magnanimidad del Caudillo, poniéndole toda la industria allí)