Ese chico que subió la maleta del pasajero no era un sobrecargo más. Ese era Kenton Jarvis, el director general de TUI Airways, el área de aviación de la multinacional del turismo. Poruqe Kenton Jarvis, por una vez, trabajó como sobrecargo en un vuelo a Tenerife, comprobando cómo es el trabajo de sus empleados.
Jarvis se unió a la tripulación del Boeing 787 en el aeropuerto londinense de Gatwick, donde sirvió los refrescos de a bordo, vendió productos de duty free y dio instrucciones por los altavoces.
El vuelo, uno ordinario entre Londres y Tenerife, estaba comandado por John Murphy, un piloto histórico de la compañía desde los tiempos en que se llamaba Thomson. El director general de TUI Airways considera que es positivo conocer de primera mano la realidad del trabajo de sus empleados, por lo que regularmente atiende a los pasajeros y presta los servicios del personal de cabina.
La idea es parte de una estrategia de mejora de las relaciones laborales en la compañía, que consiste en que los directivos toquen con los pies en tierra (en este caso, en la cabina), para comprobar cómo se lleva a cabo el trabajo. Kenton Jarvis dijo a la prensa que “es importante recordar otras áreas del negocio y relacionarse con el día a día de la compañía. Esto me ha recordado qué complicado es el trabajo de nuestros tripulantes para asegurar que los clientes tienen el mejor inicio de sus vacaciones”.
No hay constancia de que el director general de Ryanair, cuya empresa tiene huelgas frecuentes, tenga previsto hacer nada similar ni tampoco consta cómo sería recibido ni, menos aún, a qué precio cobraría las bebidas a bordo.
Muy buena iniciativa, que muchos deberian copiar, pero en lugar de un solo vuelo, deberian hacer un mes entero de programacion, para experimentar de verdad los cambios horarios, los nocturnos, los madrugones, los descansos minimos, los posicionamientos antes y despues de un vuelo, las faltas en casa en eventos familiares y la falta de ganas cronica de quedar despues del trabajo con los colegas para jugar una partida de padel, quizas asi verian que en aras de la seguridad a bordo hacen falta mas dias de descanso como antaño y que tanto comprimir las programaciones para exprimir al maximo la productividad al final no beneficia a ninguna de las partes