El Ministerio de Hacienda ha decidido aparcar el impuesto a los billetes de avión por el que pretendía ingresar 1.300 millones de euros al año, según adelanta lainformacion.com.
Desde el departamento que dirige la ministra María Jesús Montero han indicado que la tasa ecológica que iba a suponer un incremento del coste en los movimientos entre aeropuertos va a quedar congelada en el trámite de consulta pública.
Esta decisión se produce cuando el sector turístico está sufriendo una crisis histórica, con aerolíneas al borde de la quiebra y hoteles cerrando sus puertas en el mes de agosto.
El impuesto a los billetes de avión fue una propuesta lanzada por el Gobierno de coalición apenas dos semanas antes de que estallara la pandemia por el coronavirus. En ese momento se idearon dos nuevas figuras fiscales para intentar hacer caja: un impuesto al uso del transporte aéreo y otro a los plásticos. Ambas figuras tributarias querían penalizar el deterioro del medio ambiente.
La idea de crear una tasa para los billetes de avión fue lanzada desde el laboratorio de ideas del PSOE, que el Gobierno de Sánchez hizo suya.
Cuando todo iba bien gastaban a lo tonto y a lo loco como pollos sin cabeza y buscaban excusas tambien a lo tonto y a lo loco para conseguir dinero para su desmadre. Ahora que va mal siguen a lo tonto y a lo loco pero ya no son peligrosos sino directamente letales.